Mi nombre es Manuel y vivo en Guatemala, un país muy bello lleno de montañas, ríos y lagos. Yo vivo en una hermosa ciudad llamada Amatitlán muy conocida por su lago cerca de la Ciudad de Guatemala. Este bello país centroamericano es un país muy rico en cultura por la diversidad de pueblos indígenas que existen en nuestra tierra.

Amatitlan se ha convertido en una de las zonas más violentas del país, existen muchos pandilleros, y hay muchos asesinatos cada día, secuestros, drogas y prostitución; aunado a ello existe el culto a un dios llamado “Mashimon” y hay un gran número de personas que practica la brujería.

Mi historia en Múdate (MoveIn) comenzó el día en que el Pastor de la Iglesia a la que solía ir años atrás me llamo y me dijo “Ey, creo que deberías de venir a visitarnos hoy…” cuando llegue a la iglesia, Eunice estaba hablando sobre Múdate y me llamo la atención lo que decía porque siempre había querido ayudar a la gente marginada de mi colonia.

En el momento en que Eunice estaba hablando acerca de mudarse a vivir a un contexto pobre, complicado, peligroso y donde haya gente no alcanzada en la ciudad; en ese momento yo estaba viviendo en una colonia complicada, justo una semana antes unos pandilleros mataron a disparos una vecina ya anciana que vivía junto a nosotros; solo tres días después de ese incidente los pandilleros volvieron a disparar a un pequeño negocio al otro lado de mi casa, es por ello que en esos días yo andaba pensando en salirme de ahí e ir a vivir a otro lado por los temas de seguridad, sin embargo cuando escuche a Eunice, sentí que Dios me decía “tu ya te has mudado, no te vayas de esta zona, quédate ahí…” por ello decidí quedarme a vivir ahí.

Cuando Eunice término de compartir me acerque a ella y tuvimos una pequeña plática, sobre lo que Dios me había hecho pensar mientras ella hablaba, y le conté acerca de cómo Dios me había dicho que me quedará ahí, ella comenzó a llorar, fue un tiempo muy especial. Al finalizar la plática intercambiamos contactos y nos despedimos. Un mes después Eunice me contactó y me preguntó si quería ser parte de Múdate y le dije que si, sentí que eso era lo que Dios quería para mi familia, entonces me quede en esta colonia para ser Sal y Luz a mis vecinos.

Dios ha estado obrando muchas cosas buenas en este lugar, mi esposa, mi hija y yo hemos estado orando por esta colonia alrededor de dos años ya, y Dios ha contestado muchas oraciones a través de mi iglesia, en donde me dieron la oportunidad de abrir un discipulado en una de las zonas más violentas del área, a este grupo están llegando ex pandilleros, prostitutas, secuestradores pero Dios tiene cuidado de nosotros e incluso el ha puesto en el corazón de varias personas ofrendar para dar comida espacial a este grupo, por ejemplo:

Este mes ha sido muy difícil para mí económicamente hablando, sin embargo sentí que Dios me animaba a decirle a los que llegan al grupo que tendríamos una comida especial este mes, entonces oré y le dije “Señor ayúdame con los recursos para poder hacer esta comida especial”, unos días después la hermana que abrió su casa para las reuniones, me escribió que alguien de Estados Unidos escuchó lo que estábamos haciendo en Amatitlán y quería enviar dinero y Biblias para que siguiéramos alcanzando a más personas para el Reino. ¿Acaso no es eso asombroso?

Aunque estoy en un tiempo difícil en mis finanzas, Dios ha sido fiel y ha enviado gente que ni siquiera conozco para ofrendar por el trabajo aquí, ¡Dios es maravilloso!. Que Dios les bendiga en todo lo que hacen y gracias por permitirme contarles mi historia.

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